Sara: ¡Quiero ser Maestra! ¡Me encantan los niños!
Marta: Genial!
¿Eres Maestro o estás pensando en serlo? Pues espero que en su momento, antes de decidirlo te preguntaras lo siguiente:
¿Qué significa para ti ser Maestro? ¿Para qué quieres serlo? ¿Qué razones te mueven o te movieron a querer serlo? ¿Qué expectativas tienes de la profesión? ¿Qué talentos crees podrás compartir? ¿Qué crees te hace/hará un buen MAESTRO?
Antes de seguir leyendo es importante que respondas a esas preguntas e identifiques una primera línea de salida.
¿Las tienes? Genial! Pues ahora toca leer un poquito de verdad.
El sistema educativo industrial al que puede pertenezcas ya...
Instruye a los niños con estándares uniformes y fijos para todos.
Está enfocado en la memorización de conceptos, ideas... que no sirven de nada.
Obstruye el aprendizaje intrínseco y fuerza la instrucción guiada.
Mata neuronas y habilidades como la creatividad o la resolución de problemas.
¨Pone la semilla en los niños¨ de qué son INÚTILES.
¨Pone la semilla en ti¨ de qué ERES INÚTIL.
Sin echar la culpa a nadie, esto es consecuencia de la ERA INDUSTRIAL, que sucedió desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, básicamente desde la Primera Revolución Industrial hasta la Segunda Guerra Mundial.
Hace ya tiempo dejamos el Siglo XX atrás, concretamente estamos ya en el siglo XXI y formamos parte de la era de LA INFORMACIÓN, muchos la llaman la ERA DIGITAL. Aunque yo le llamaría LA ERA DE LA CONCIENCIA.
Lo fuerte y sorprendente es que pese a estar en otra era, el sistema educativo sigue siendo el mismo que en el siglo XX, enfocado en preparar para trabajos asociados a la producción en masa y conseguir. EFICIENCIA-UNIFORMIDAD-ESTANDARIZACIÓN.
Lo que sirvió para nuestra supervivencia hace un siglo, hoy en día nos frena y aniquila física-emocional y cognitivamente....
¿Cuántos de nosotros tenemos la sensación que en el colegio o carrera no nos enseñaron nada? y lo más fuerte es que siendo maestros digamos eso y nos metamos a seguir dándole gas a la misma rueda. ¿No crees que es un acto incoherente y muy irresponsable?
Vamos a recordar... Segunda ronda de preguntas
¿Qué crees no te enseñó la escuela? ¿Qué crees era una pérdida de tiempo? ¿Te gustaba el horario, ir todos los días al colegio de 6 a 8 horas? ¿Qué tal el instituto? ¿Sentías el colegio un espacio seguro o un espacio lleno de potros desbocados? ¿Veías a los maestros felices o tristes? ¿ Aprendiste de Salud, salud mental, economía, finanzas, relaciones, piscología...¿Crees que los maestros mejoraban con los años? ¿O por contra se quemaban? ¿Crees que eran ejemplos de Salud? ¿Sentías que eran personas de éxito?
Haz una lista con todo aquello que no te gusto...
¿Crees que se repite ahora? ¿Sientes que tú o tu entorno (otros compañeros) repiten ese mismo sistema?
Sin juicio y con verdad...
Lo más probable es que haya algunas o muchas respuestas que duelan porque apuntan a... seguimos haciéndolo mal y es hora ya de CAMBIAR ESO (Si estas leyendo esto.... ya es una señal de qué estas en el camino de TRANSFORMARTE.
Y para poder hacerlo, lo primero que tienes que saber es...
¿Qué necesita un MAESTRO DE ESTA ERA: LA ERA DE LA CONCIENCIA?
¿Qué necesitan los educadores conscientes?
Necesita SER UN ADULTO CONSCIENTE. (Aquí lo conseguirás)
Necesita ENTENDER LAS NECESIDADES DE SU PAPEL. (¿Qué necesita cada etapa?, esto lo podrás aquí (trabajamos todas las etapas, desde la infancia hasta la época adulta)
Necesita ENTREGARSE A SER VERDAD.
Pero antes de empezar a saber más de todo eso te recomiendo que HAGAS LO SIGUIENTE:
Escribe una carta de agradecimiento a tu pasado, a todos esos docentes que de alguna manera te impulsaron a querer seguir con el legado.
Escribe una carta de compromiso a tu presente donde a partir de ahora, te entregues al proceso de ¨DESPERTAR TU CONCIENCIA¨ (te animo a seguir este blog cada día y hacer los ejercicios, no te llevarán más de 10 minutos al día.
Aquí te puedes descargar los ejercicios de hoy: ¨Educadores conscientes. Arrancamos¨
RECUERDA QUE PARA CONSEGUIR TU TRANSFORMACIÓN TIENES ESTAS OPCIONES.
